miércoles, 4 de noviembre de 2009

Mis muñecos

Para entender lo que se significa para mi deshacerme de mis muñecos, habría que explicar primero lo que han sido.

Cuando era muy muy pequeña (unos 3 años, que recuerde) los destrozaba todos, esa era mi forma de jugar, así que a mis muñecas les faltaban las piernas, o los brazos, o los ojos...

Después crecí un poquito (creo que unos 6), y ya no las rompía, jugaba con todos y los cuidaba, y me enorgullecía de tener tantos muñecos, rotos y no rotos.

Unos años después (a los 10), mi arsenal de muñecos era asombroso, porque no se tiraba ninguno, para mi representaban mi riqueza.

Toda la vida he tenido sueños repetitivos en los que mis muñecos eran malos, en los que mis muñecos eran buenos, en los que mis muñecos eran personas... y uno de mis peores sueños era que me robaban a Perri, que era mi muñeco preferido.

A los 17 años me gasté todo el dinero que me dieron mis padres para Reyes, en llevar todas mis muñecas rotas al sanatorio de muñecas. Muchas ya no tenían arreglo, pero alguna hubo que recuperó, ojos, piernas, brazos...

Creo que fue a los 20 años cuando soñé que entraba en el desván de una casa y estaban todos mis muñecos metidos en baúles...

Puede parecer muy tierno lo que estoy contando sobre mi cariño a mis muñecos, pero no lo es. Los muñecos, no dejan de ser cosas materiales de las que hay que saber desprenderse, el hecho de no poder hacerlo representa estar anclado al pasado.

Por eso, poco a poco se las fui dando a mis primas, les iba dando, las que menos significaban para mi (y esto me hacía llorar).
Cuando me independicé les tuve que dar muchas que significaban mucho para mi (y esto me hacía llorar más).

Y lloré mucho, mucho más, cuando me deshice de Perri, cuyo destino fue la basura por lo viejo, roto y sucio que estaba.

Y poco a poco fui teniendo menos. Y curiosamente esto no me causaba ninguna tristeza, no me hacía sentir mal, ni me arrepentí nunca de los muñecos que había dado.

Y todos tenían nombre, y de todos recuerdo quien y como me lo regaló, o como ahorré para comprármelo.

Y ahora, se me da la oportunidad de dar 10 más, o puede que 11 (que dejará mi patrimonio a 7, o puede que a 6) y esto me ha puesto muy contenta, porque es la oportunidad de darlos a alguien a quien le va a hacer más feliz que a mi:

Imaginarium, fundación antena 3 y asociación mensajeros de la paz han puesto en marcha una iniciativa para llevar regalos a niños del tercer mundo. Si queréis más información podéis verla en el blog de mi amiga Kamra. Es hasta el 19 de este mes:
http://kamra1.blogspot.com/2009/10/ii-campana-anual-ninos-solidarios.html

9 comentarios:

  1. Es verdad Madame que las cosas materiales a veces nos causan triteza deshacernos o regalarlas por nuestro apegos, hay que trabajar en ello, ya que los apegos nos frenan en la evolucion espiritual, me parece muy lindo lo que estas haciendo en regalarlos a una fundacion donde se los daran a niños que si los querran y lo mas importante, los haran muy felices, ya que siempre un juguete hace nacer sonrisas en los corazones de niños que nada tienen, gracias por ese corazon desprendido el cielo te premiara grandemente
    Besitos miles
    Janeth

    ResponderEliminar
  2. yo aun guardo un conejo de peluche rojo de cuando era peke. y no lo pienso tirar en la vida jjj

    ResponderEliminar
  3. Si, Janeth, tengo que deshacerme de mis apegos, pero todavía no llego a ser un corazón desprendido, aunque llevo años trabajando en ello.
    Tus comentarios siempre se agradecen.
    Muchos besos.

    ResponderEliminar
  4. Hola Miguelo, jejejeje, una cosa es guardar un peluche, que bueno, te cabe en cabe en casa, y otra muy diferente lo mío.

    ResponderEliminar
  5. Pues cada uno tiene sus cosas.....A mí me pasa con los libros...Aún tengo una colección de Esther y la de los Cinco...
    Besitos!!!

    ResponderEliminar
  6. Bienvenida Chayo. Pues si, lo que pasa es que un libro... yo nunca he tirado libros.

    ResponderEliminar
  7. Valla una tonteria esto de que hay que desacerse de los muñecos de cuando eres pequeño por que sino no evolucionamos espiritualmente jajajaja.

    Firmado: El Rey

    ResponderEliminar
  8. jajajajajaja, me as pillado.

    ResponderEliminar