
El martes 13, tuvimos una reunión vergonzosa con el concejal de cultura, en la que varias veces preguntamos lo siguiente:
¿La profesora seguirá siendo Beatriz?
Si no es así, ¿se nos va a devolver el dinero?
¿Cuándo vamos a empezar las clases?
Respuestas:
"En un lugar de la Mancha de cuyo nombre no quiero acordarme..........bla, bla, bla, bla,.........bla, bla, bla, bla, bla, bla.........bla, bla, bla, bla, bla, bla.........bla, bla, bla, bla, bla, bla.........bla, bla, bla, bla, bla, bla.........bla, bla, bla, bla, bla, bla.........bla, bla, bla, bla, bla, bla.........bla, bla, bla, bla, bla, bla.........bla, bla, bla, bla, bla, bla.........bla, bla, bla, bla, bla, bla.........bla, bla, bla, bla, bla, bla.........bla, bla, bla, bla, bla, bla.........bla, bla, bla, bla, bla, bla.........bla, bla, bla, bla, bla, bla.........bla, bla, bla, bla, bla, bla.........bla, bla, bla, bla, bla, bla.........bla, bla, bla, bla, bla, bla.........bla, bla, bla, bla, bla, bla.........bla, bla, bla, bla, bla, bla......... y disparatadas historias de los libros de caballerías, que por las de mi verdadero Don Quijote van ya tropezando y han de caer del todo sin duda alguna. Vale".
Después de hacernos perder nuestro precioso tiempo (yo el Quijote me lo leí hace años y no tengo necesidad de que me citen para relatarmelo) hoy han despedido a Beatriz.
Se han reído de nosotros. Solo nos queda luchar porque nos devuelvan nuestro dinero, y parece que no va a ser fácil.